Ayudo a mujeres que quieren tener relaciones más sanas con la gente a su alrededor. Quieren sentirse libres y dejar de tener miedo de ser rechazadas o juzgadas.
Mis clientes tienen problemas como los tuyos. A pesar de que son inteligentes y persistentes y que tienen gente en su vida que se preocupa por ellas, para ellas su vida es difícil. Cuando llegan a mi oficina por primera vez, realmente desean mejorar sus relaciones. Se sienten mal con ellas mismas y piensan que no son lo suficientemente buenas. Cuando se sienten rechazadas, estas mujeres no saben que decir en conversaciones, se les quiebra la voz. Constantemente se critican y su voz interior les dice, “Algo está mal conmigo. Esto es mi culpa”. Tienen expectativas altas de ellas mismas y miedo de cometer errores. Algunas veces piensan que no pertenecen a su grupo social y se sienten inadecuadas. Tienden a culparse por las discusiones que tienen con sus seres queridos. Ellas son capaces de perdonar a cualquier persona por sus errores, excepto a ellas mismas.
Muchas de mis clientes crecieron en una familia disfuncional, han sido testigas de comportamientos y demandas irracionales que saben que no son correctas, pero aman a su familia y parece imposible poner límites y decir “No”. Ellas tienden atender las necesidades de los demás antes que las suyas. Esta situación es frustrante para ellas y las hace sentir exhaustas.
El miedo a ser rechazadas y juzgadas es una barrera que les impide seguir adelante. Ellas quieren muchas cosas en la vida, y no son el tipo de persona que les gustaría ser. Imagínate estos pensamientos, “No soy lo suficientemente buena. Soy una fracasada en mi familia. Le he fallado a mis amigos, familia y/o pareja”. El constantemente criticarse a ellas mismas ocasiona que su vida social se vea afectada. Se sienten desmotivadas y desinteresadas. Ellas visualizan un futuro negativo, se dicen, “Las cosas van a empeorar”. Tratan de evadir confrontaciones. Se sienten atrapadas, atoradas y piensan que así se van a quedar, lo cual les impide ser auténticas.
Este no es un estado permanente. Como mis clientes, tú también mereces estar en paz contigo misma, sentirte segura, y tener relaciones más sanas. Todo esto está a tu alcance. Si quieres tener la habilidad de disfrutar la vida con sus altas y bajas, me encantaría ayudarte. No tienes que seguir sufriendo. Contáctame para que obtengas más informacion de como te puedo ayudar.